Cuando comer no es un placer

Estamos obligados a estar más alerta de las señales que nuestro propio cuerpo nos envía, como es el caso de las agruras.

El estilo de vida que nos ha tocado ejercer a esta generación es por decir lo menos, inédito, la necesidad de que las mujeres de la casa realicen actividades económicamente remuneradas, tanto por superación personal como por la búsqueda de mejores niveles de vida, hacen cada vez mas distante aquella figura del ama de casa tradicional, que siempre estaba, desde el amparo hogareño, velando  por el balance emocional, profesional y de nutrición de todos los miembros de la familia.

Y esto, solamente sugiere que esta modernidad nos obliga a ser más responsables con nosotros mismos y cuidar más a detalle nuestros hábitos, y para efectos de este articulo, nos ocuparemos de ciertos hábitos alimenticios. Por desgracia no es poco común que por las prisas, los compromisos tan apretados de horario, no hagamos nuestras comidas de manera adecuada, ni en calidad, (comida callejera o comida rápida de 30 segundos en el horno de microondas) ni con un orden de horarios uniforme.

Llevándonos a malestares que por cotidianos creemos normales, así pues, estamos obligados a estar mas alerta de las señales que nuestro propio cuerpo nos envía, molestias clásicas de esta acelerada cotidianeidad como pueden ser las agruras (reflujo ocasional) con su consecuente e inconsciente auto-medicación, llegan a ser parte de la rutina, una molestia tan insidiosa como esta, a la que nos llegamos a  acostumbrar y no acudimos al medico sino hasta que las consecuencias son ya mayores, como podría ser en este caso, la obstrucción al paso de alimentos, en donde la endoscopia es ya inminente, y el bendito acto de comer deja de ser un placer.

Por ese motivo hablaremos en esta ocasión de la rehabilitación esofágica, que es recuperar la función de un órgano que se encuentra dañado, en este caso el esófago, cuya función es permitir el paso de los alimentos de la boca al estomago, impidiendo que los jugos gástricos se regresen hacia el mismo (enfermedad conocida como reflujo y que es con mucho la enfermedad mas frecuente del tubo digestivo después de los problemas funcionales del colon).

Las estadísticas mas confiables dicen que una persona sufre de reflujo cuando menos una vez al mes en el 40% de los casos (adultos), mas aun  el 7% presentan sensación de acidez por detrás del hueso del pecho (agruras) diariamente y casi el 1% presenta esofagitis erosiva (manifestación solo detectable por endoscopia).

La presencia del reflujo aumenta con la edad y es mucho más notoria después de los 40 años, siendo mas frecuente en hombres que en mujeres. De los pacientes que tienen reflujo el 5% desarrollan ulceración, del 4 al 20% estrechez, con la consecuente obstrucción al paso de alimentos y 8 a 20% esófago de Barret, complicación del reflujo que puede producir cáncer de esófago y nuevamente obstrucción del paso de los alimentos pero en esta ocasión de tipo maligna.

Alternativas de prevención

1.- Para el paciente joven con datos de reflujo ocasional (agruras) las cuales no se presentan diariamente, se recomienda evitar el exceso de irritantes o de alimentos que favorecen dicho síntoma como lo son el jitomate, chocolate, alcohol, tabaco, hierbabuena, menta, café, te y refrescos con cola. Ya que esta comprobado que estos favorecen la apertura de la válvula localizada en la parte inferior del esófago llamada: esfínter esofágico inferior o cardias.

2.- Para el paciente joven ya mayor de 40 años, cuyos datos de reflujo, ya no son esporádicos y que ya han sido tratado en varias ocasiones con resultados parcialmente buenos (paciente que con medicamentos se siente bien, pero al abandonarlo repite sus problemas) deberá realizarse endoscopia de control, para definir el grado de reflujo, el tipo de lesión (esofagitis) y factores asociados (si tiene o no hernia hiatal, o ya tiene alguna complicación como estenosis o esófago de Barret).

3.- Para el paciente que ya tiene datos de obstrucción, inicialmente a algunos alimentos sólidos y parcialmente progresivos hasta la sensación de atoramiento de algún alimento, su examen endoscopico deberá ser urgente para plantear alternativas de solución.

Ya refiriéndonos la paciente con obstrucción al paso de  alimentos, las alternativas de tratamiento endoscopico son utilizar aditamentos llamados dilatadores, cuya función es abrir paulatinamente la zona cerrada, teniendo como objetivo final el dejar una luz de paso mayor a 12mm, permitiéndole al paciente nuevamente comer (objetivo cumplido en un promedio de 5 sesiones con periodos de separación entre cada una de ellas tan corto como lo tolere el paciente).

Los dilatadores son de varios tipos: mercuriales, termoplásticos ò neumáticos siendo todos ellos de gran utilidad. La complicación mas frecuente es el sangrado, siendo este mínimo y de nulas consecuencias para el paciente seguido de la perforación que se presenta en menos del 3% de los casos, dichos procedimientos deberán ser realizados por endoscopistas avanzados en estos procedimientos.

Pero la sugerencia mas oportuna es subrayas que debemos ser mas meticulosos con lo que nos llevamos a la boca y saber estar atentos a los mensajes que nuestro cuerpo envía, una orientación profesional a tiempo siempre será mejor que toda la tecnología medica a ultima hora.

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